Salud-Natural
Sufrir resequedad en las plantas de los pies, puede ser molesto, ya que no solamente puede volverse un problema estético por su apariencia, también aumenta la probabilidad de que la piel sufra de lesiones como cortaduras y grietas.
La resequedad en la plantas de los pies puede deberse a varias causas, desde una infección por hongos, hasta una condición de la piel como la psoriasis.
¿Por qué tengo pies resecos?
Nuestra piel cumple la función de proteger nuestro cuerpo y órganos de agentes externos, desde sustancias contaminantes, hasta bacterias y otro tipo de microorganismos que podrían ocasionarnos una infección.
Los pies resecos pueden tener origen en diferentes problemas de la piel, por lo que humectarlos no siempre será lo solución si no resolvemos la verdadera causa.
La resequedad en los pies puede ocurrir simplemente por el medio ambiente, es decir, en verano por ejemplo, cuando nuestro calzado suele ser más descubierto, nuestros pies tienden a resecarse más, las personas con diabetes y sobrepeso, pueden ser más propensos a sufrir de pies resecos.
Algunas enfermedades e infecciones en la piel de nuestros pies también puede provocar su resequedad, por lo que siempre es conveniente descartar cualquier condición que pudiera estar generando el problema.
Hidratación diaria
Es natural que procuremos hidratar nuestra piel del cuerpo, nuestro rostro, manos, piernas, pero a menudo, olvidamos a nuestros pies, que también pueden estar expuestos a agentes externos que los resecan.
El uso de ungüentos y cremas humectantes para suavizar la piel puede ser útil, pero es importante saber que nuestro cuerpo requiere de una buena nutrición para mantener una piel saludable.
Consume suficientes líquidos durante el día, y procura incluir abundantes alimentos de origen vegetal que son ricos en vitaminas y minerales, esenciales para el buen estado de nuestra piel.
Exfoliar
Cuando exfoliamos la piel, eliminamos células muertas y podemos retirar durezas de nuestros pies. Una forma sencilla y efectiva para combatir las durezas de nuestra piel, consiste en sumergir nuestros pies en agua tibia con un par de cucharaditas de vinagre de manzana, dejar actuar por 15 minutos y posteriormente utilizar una piedra pómez para ayudarnos a retirar las durezas, recuerda no tallar de forma muy enérgica o agresiva para evitar lesionar tu piel.
Finalmente, aplica una crema humectante, o bien, un poco de aceite de almendras dulces con ayuda de tus manos.
Mascarilla de aguacate para tus pies
El aguacate es un excelente humectante natural, esto se debe a que es rico en aceites saludables que ayudan a hidratar la piel, se puede consumir en tu dieta pero también puedes aprovechar sus beneficios de forma externa.
En un recipiente, coloca la pulpa de un aguacate con dos cucharadas de yogurt, aplasta bien, hasta obtener una pasta cremosa. con ayuda de tus manos, esparce por tus pies y cubre con una bolsa de plástico cada uno, deja actuar por alrededor de 30 a 45 minutos y retira con agua tibia, repite tres veces a la semana.
Vaselina
Un humectante muy eficaz para tratar los pies resecos es la vaselina, además de ser un remedio sencillo y económico, nos da excelentes resultados.
Añade una cucharadita de jugo de limón a dos cucharadas de vaselina y mezcla bien, unta la mezcla en tus pies antes de dormir y coloca un par de calcetines durante toda la noche, notarás resultados inmediatos y mejores con la constancia.
Exfoliante natural
Eliminar las células muertas es clave para tratar la resequedad, es posible suavizar los pies con una rutina de exfoliación regular.
Prepara una mezcla de cuatro cucharadas de azúcar y el zumo de un limón, con el resultado, masajea las plantas de tu pies suavemente, enjuaga con agua tibia y aplica una crema humectante, o bien un poco de aceite de almendras para humectar. Repite dos veces a la semana en caso de que existan muchas asperezas, o bien, realiza una vez a la semana para mantener tus pies suaves.
Aceite de coco
Este aceite es un excelente humectante para resequedad extrema como la que puede aparecer en nuestros pies, todo lo que debes hacer es lavar bien tus pies con agua templada.
Una vez que tus pies estén secos, toma un poco de aceite de coco extra virgen en tus manos y frota tus manos para suavizarlo, en caso de que esté líquido, simplemente esparce el aceite por tus pies con un suave masaje y colócate unos calcetines, deja actuar por dos horas, también puedes realizar este proceso por la noche.
Recomendaciones
Para tener unos pies más suaves y evitar la resequedad, trata de utilizar un calzado adecuado que te proteja del medio ambiente y que sea cómodo.
En caso de sufrir alguna herida que esté expuesta, evita aplicar ungüentos o cualquier otro remedio sin consultar a un especialista.
Procura tener una rutina para descansar y consentir tus pies al menos una vez a la semana, también es recomendable que acostumbres humectarlos con frecuencia.
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