Los cereales son la base de la mayor parte de nuestras comidas. Sin embargo, a lo largo de la historia, se han ido popularizando unas variedades sobre otras que no son las más interesantes nutricionalmente. En el uso del trigo, el arroz o el maíz de forma masiva ha sido más importante su productividad y su capacidad de conservación que su valor nutricional, que es escaso o inexistente en muchos de los casos.
En el trigo, por ejemplo, pasa algo similar a lo que ocurre con el arroz. La cáscara y el germen es eliminado y lo que queda ha perdido todas sus vitaminas y minerales, convirtiéndose en un alimento vacío que carga en demasía al organismo. Frente a este problema en el arroz, ya te recomendé la solución, consumir arroz integral. El trigo integral no tiene tantos beneficios como el arroz pero sigue siendo mucho mejor que el consumimos habitualmente, especialmente en las variedades kamut o espelta.
El maíz, por su parte, es en su mayor parte transgénico y, además, se trata de uno de los cereales de menor calidad nutricional, con una cantidad muy pequeña de minerales y vitaminas que no hacen su consumo especialmente interesante.
Por ello, es mejor que los cereales base de nuestra dieta sean otros como el mismo arroz integral, el mijo, la quinoa y el trigo sarraceno o alforfón.
Mijo
E l mijo es uno de los primeros cereales que el hombre aprendió a cultivar. Proveniente del Sahel africano, pronto se extendió a Asia, donde era más utilizado que el arroz. Es menos productivo que este, pero se trata de un producto de alto valor nutritivo con una cantidad ingente de minerales y vitaminas.
Este cereal contiene hidratos de carbono complejos, es muy rico en proteínas y resulta muy digestivo. Al tener muchas proteínas y minerales como el magnesio y el potasio, se convierte en uno de los cereales más recomendados para los deportistas, siendo un buen relajante muscular y actuando contra los calambres.
También es muy importante como fuente de antioxidantes y para el refuerzo de nuestro sistema inmune, equilibrando al sistema nervioso y siendo recomendable contra la depresión, el estrés o el insomnio. También es eficaz contra la arteriosclerosis, la fibromialgia y la fatiga crónica.
No solo se trata de un cereal ideal para deportistas, sino que también es muy útil para estudiantes ya que favorece la concentración y actúa contra la pérdida de la memoria. Se recomienda su consumo de dos a tres veces por semana.
Quinoa
La quinoa es uno de los cereales más de moda en los últimos años, pasando de ser una desconocida a encontrarse en cualquier supermercado. Este cereal es nativo del Altiplano andino de Perú y Bolivia y fue prohibido por los españoles por utilizarse en muchos de los rituales sagrados de los incas.
No es de extrañar que fuera un alimento sagrado ya que se trata de uno de los más completos que podemos encontrar. Es uno de los pocos alimentos vegetales con proteínas 100% completas, lo que le convierte en un aliado fundamental para aquellos que siguen una dieta vegana.
La quinoa no es solo recomendable por contener todos los aminoácidos esenciales sino que también tiene una gran cantidad de vitaminas A, B y E, así como minerales como el potasio, el magnesio, el calcio, el fósforo o el zinc.
Por su vitamina B se le recomienda contra la depresión, mientras que la vitamina E y sus flavonoides la convierte en útil frente al envejecimiento celular.
Por otra parte, hay que señalar que tiene efectos antiinflamatorios ideales para la artritis, tonifica los riñones y fortalece la mucosa gástrica. Como en el caso del mijo, sus minerales convierten a la quinoa en un alimento perfecto para deportistas.
Es importante lavarla muy bien debajo del grifo para evitar su amargor.
Alforfón o trigo sarraceno
Este pseudocereal, a pesar de su nombre, no tiene relación con el trigo y, por supuesto, no tiene gluten. Es nativo de Siberia y pronto se extendió por Asia y Europa, especialmente para el consumo de animales y clases populares, exceptuando Japón donde es uno de los alimentos más caros y apreciados. En España se cultiva de forma tradicional en la región catalana de La Garrotxa, donde es muy habitual utilizarlo para hacer gachas.
El trigo sarraceno es muy útil para reducir el índice glúcemico o de azúcar de los alimentos a los que acompañe, por lo que se trata de un cereal perfecto para diabéticos, ayudando a la regulación de los niveles de glucosa en sangre por su fagomina.
Sus mayores beneficios tienen que ver con el sistema circulatorio por su contenido en rutina: aumenta la elasticidad de los vasos sanguíneos, previene contra enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la mala circulación, taquicardias, arritmias, etc. También controla el colesterol y tonifica los músculos.
Por otro parte, también es muy beneficioso como equilibrador del sistema nervioso por su contenido en niacina, lisina y magnesio. El alforfón es ideal para hacer frente a etapas de estrés, ansiedad y cansancio. Por último, hay que destacar su efecto saciante, que hará que no nos pasemos con la comida.
Añadir estos tres cereales a nuestra dieta de forma habitual (y el arroz integral) y sustituir por ellos el trigo, el arroz blanco o el maíz transgénico nos hará disfrutar de una nutrición mucho más saludable para el organismo.
https://alvarovargas.net/2017/01/19/los-cereales-mas-beneficiosos-para-nuestro-organismo/
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