Hace unos días, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, publicó un estudio del que se extraen interesantes y preocupantes conclusiones sobre el uso de edulcorantes artificiales como la sacarina, el aspartamo, el ciclamato, la sucralosa… que encontramos principalmente en productos light [principalmente resfrescos], bollería, zumos industriales, etc.
Este tipo de sustancias tienen la característica principal de tener un fuerte poder endulzante pero no aportar apenas calorías. Han demostrado que este intenso sabor dulce hipersensibiliza los receptores del sabor, produciendo una sobreestimulación de los receptores del cerebro encargados de esta tarea, alterando los mecanismo de autocontrol y cayendo,con una alta probabilidad, en la adicción de este tipo de sustancias. En definitiva, que nuestro cerebro envía una orden errónea de tomar más y más productos con este tipo de edulcorantes artificiales. En el estudio citado van mucho más allá y aseguran que activan los mismos mecanismos que la adicción a la cocaína.
No sirven para adelgazar
La industria de la alimentación se ha valido de estos edulcorantes en los productos light, bajos en calorías, destinados a adelgazar. Pues recientemente la Universidad de Sydney ha demostrado, gracias a otro estudio, que estas sustancias hacen que la sensación de hambre aparezca mucho antes debido principalmente a que, como concluía el anterior estudio, desregulan los receptores del cerebro encargados del apetito y una alteración en los receptores del gusto.
Esto se debe a que dentro de los centros de recompensa del cerebro, la sensación dulce se encuentra integrada con la de energía. Cuanto hay un desequilibrio entre lo dulce y la energía, el cerebro da órdenes de ingerir alimentos para volver a un equilibrio. Debemos recordar que estos edulcorantes tienen un enorme sabor dulce.
Han calculado que las personas que toman habitualmente este tipo de productos aumentan de media un 30% el consumo de calorías frente a aquellas que no toman edulcorantes artificiales. También en este estudio encontraron que afectaban al ciclo del sueño, pudiendo provocar insomnio, irritabilidad o ansiedad.
Como he comentado en muchas ocasiones, los edulcorantes artificiales no son una solución para perder peso, que los refrescos light, no son mejores, ni más aconsejables que los normales, deberíamos eliminar el consumo tanto de unos como de otros [ver los peligros de los refrescos light], que lo mejor para adelgazar es llevar una dieta equilibrada y pautada por un profesional, incluyendo el ejercicio físico.
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https://alvarovargas.net/2017/01/18/los-edulcorantes-artificiales-provocan-adiccion-y-no-ayudan-a-adelgazar/
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